Informações:

Sinopsis

  «Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas, y que tengas salud, así como prospera tu alma» (3 Juan 2) Una vez que comienzas a creer que la voluntad de Dios es prosperarle, te preguntarás: ¿Cómo va a hacerlo? ¿Me enviará un cheque por correo? ¿Empezarán a llover billetes? Claro que no. Él Señor primero prosperará tu alma. Él sembrará semillas de prosperidad en tu mente, en tu voluntad y en tus sentimientos; y cuando estas semillas crezcan, producirán una gran cosecha material. Consulta el libro de Génesis y lee la historia de José. Encontrarás un ejemplo perfecto de lo que te estoy hablando. Cuando José fue vendido a los egipcios, no tenía ni un solo centavo. Ni siquiera era un hombre libre. Había sido vendido como un esclavo. Pero, en medio de su esclavitud, Dios le dio tanta sabiduría y capacidad que hizo posible que su amo prosperara. Como resultado de esto, él encargo a José de todas sus posesiones. Más adelante, José fue encarcelado. En la prisión no hay muchas oportunidades para