Voz Madridista

La victoria deportiva no resulta suficiente, buscan la humillación genuflexa de la rendición, el azote en plaza pública hasta el desuello, la vejación en difusión satelital hasta doblegarse ante la tiranía, hasta lograr que besemos, inclinando la testuz en resignada pleitesía, el anillo del padrino que controla la mafia enquistada en las instituciones del fútbol internacional. Y lo hacen desde el confort que les otorga, no sólo la impunidad de sus poltronas, sino la legión de mercenarios con corneta de los diferentes medios que, en un mundo en crisis, quieren seguir mamando del lucrativo negocio del periodismo deportivo. Unos personajes tan arrastrados y serviles que no necesitan recibir instrucciones ni compensaciones para complacer los deseos de Don Corleone. Los favores del poder con favor se pagan. Únete a la fiesta de los pantalones bajados y tendrás tu recompensa; rebélate y serás un paria, un apestado, un limosnero desarrapado transmitiendo el torneo de Mús de la junta parroquial.