Puedes Hacerlo

Alguien apenas me acaba de decir, “ya sé que en esta época del año voy a engordar porque me como todo, hasta lo que no me gusta. Tengo tantos compromisos y yo no sé decir que no”. ¿Te sientes familiarizada con esta frase? Personalmente yo sí utilicé mucho esta frase y sé que  no es precisamente orgullo lo que nos genera, es más bien con amargura y frustración lo que la acompaña.  Al tocar este tema, mi propuesta no se concreta en un “si no sabes decir que no y quieres bajar de peso, tienes que aprender a decir que no”. Mi propuesta es descubrir el efecto de esta creencia en ti. Si tu te describes como alguien que complace, y que por no quedar mal, no sabes decir que no.  Haz el siguiente ejercicio: Escribe y repite esto: “no sé decir que no”. Respira y repítelo, date cuenta del efecto de este pensamiento en ti. ¿Puedes darte cuenta cómo es que es una frase tan simple, puede hacerte sentir literalmente desempoderada ? Y no es que no sabes decir que no, todo mundo sabe decir que no. Pero es que es que te lo rep