Mujeres...¡de Acá!

“El día que busqué ayuda fue cuando entendí que el feminismo se vive individualmente pero se lucha colectivamente. Ese día empezó mi construcción”. Tatiana tiene 43 años y dos hijos. Sufrió violencias por parte de su pareja quién , a parte, estaba bajo consumo problemático de drogas.  Cuando pudo, se acercó al Hospital Materno Infantil para pedir ayuda por sus niños. Ahí y con escucha atenta la enlazaron al área de la mujer del municipio. Es que la asistencia urgente era primero para ella y consecuentemente para los niños. Ese día comenzó el otro capítulo de reconocerse violentada y pedir ayuda. Es lo que hizo: rearmarse. Con más claridad y herramientas se sintió fuerte para, ésta vez sí, pedirle que se aleje de su casa. Así lo hizo. También él comenzó un camino de rehabilitación. Después, en el confinamiento más estricto y ante la necesidad "de darle de comer a los chicos" se acercó a un comedor comunitario  de su barrio.  Primero fue con su tupper. Volvió al día siguiente, y otro. Aquel espacio donde muchas